Paisaje en tránsito
La historia de Honda se resume en nadar sin descanso contra la corriente de sus ríos, los mismos que en principio justificaron su propia existencia, una batalla perdida contra la naturaleza cuyo tiempo sin duda supera al del ser humano y en el menor descuido le toma ventaja recuperando lo que le pertenece. Tal es el caso del Río Gualí que ha sido de los más catastróficos, cuando le apetece se lleva partes de los muros de contención y a veces de los edificios, con humildad Honda ha sabido reconstruirse y adaptarse al incesante cambio del agua. 
Durante mi residencia en el Museo del Rio Magdalena, me di cuenta que como muchos pueblos patrimonio de Colombia, Honda se encuentra sumergida en la paradoja del turismo, donde su mejor futuro es el de reconstruir su pasado, a través de la fotografía y video he buscado capturar fragmentos de esa visión de río navegable, épocas de gloria y prosperidad comercial por el Magdalena, que fueron la base del desarrollo del país y el intercambio con el extranjero.
El comercio por el río Magdalena se complementaba con el transporte férreo, la carrilera le dio brazos de hierro a la principal arteria fluvial de Colombia, las mercancías y  los pasajeros se movían desde y hacia el interior del país en sus ferrocarriles; otro proyecto de nación que fue sepultado para favorecer la construcción de carreteras. Parte de ese pasado es la estación de trenes de Honda, una edificación en desuso, convertida en un paisaje ruderal, que al visitarlo me habló de una época próspera y una idea de progreso que no pudo ser en Colombia, pero que si fue para el resto del mundo. De este recuerdo perdura una pregunta: ¿Y Colombia por qué no tiene trenes?
Al recorrer el territorio Cundiboyacense aún se aprecian estaciones en pie, tramos que siguen en funcionamiento, un melancólico tren turístico y largos rieles en un horizonte interrumpido, es un proyecto que se resiste a morir pero que no logra ponerse en marcha, como en estado de coma la carrilera permanece inerte sobre el paisaje sabanero, mientras nosotros seguimos esperando que algún día llegue el momento, soñamos con un tren regional, con una capital con metro, con el día que Colombia deje de ser ese país que se quedó en el atraso.
Paisaje en tránsito vincula mi investigación para el 18 Salón Regional de Artistas “Resonancias en la Carrilera” con exploraciones previas y material de archivo personal. Viendo a Colombia como un país de ruinas, mediante escenas donde la presencia de la carrilera en el territorio es metáfora de un proyecto estancado entre la vida y la muerte. Mis fotografías del paisaje ruderal dan cuenta de las contradicciones propias del discurso del progreso en la sociedad capitalista, donde constantemente se inician y abandonan proyectos, mientras la naturaleza sigue su curso.
Paisaje en tránsito (EN)
The project to articulates my research for the 18th SRA “Resonancias en la Carrilera” with previous explorations and personal archive material. Seeing Colombia as a country of ruins, through scenes where the presence of the rail in the territory is a metaphor for a project stuck between life and death. My photographs of the ruderal landscape account for the contradictions inherent in the discourse of progress in capitalist society, where projects are constantly started and abandoned, while nature follows its course.
Technical Info:  Installation of photographs, 1,5×2 m. 
Award: 18 Salón Regional de Artistas Zona Centro, Ministerio de Cultura, Bogotá, Colombia,2024.
Tunja
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Tocancipá
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Bogotá
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Río Bogotá, Suesca
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